16. Los chicos del coro
Esta película francesa ambientada en un internado, cuenta el día a día de unos niños en este lugar que para nada es idílico, todo lo contrario.
Su experiencia educativa no es la que cualquier niño podría desear, ya que en vez de fomentar que el espacio escolar se convierta en un entorno seguro y agradable, donde el aprendizaje se haga desde la libertad, ocurre todo lo contrario. El internado es un lugar frío, en el que a los niños se les exige el cumplimiento de unas normas a través de una dinámica de acción-reacción. Si los niños cometen acciones de rebeldía estos serán castigados duramente.
Este procedimiento no les anima a tener un gusto por aprender, al revés, lo que provoca es que para ellos la escuela esté ligada a un pensamiento negativo, a un rechazo. La enseñanza se ejerce de una forma autoritaria, así es como lo muestran los principios del director del centro, Monsieur Rachin. Sin embargo, esta historia va a tomar un rumbo distinto (afortunadamente) gracias a la llegada de un nuevo profesor, Monsieur Clément Mathieu. Este profesional encarnará todos aquellos valores de lo que debería ser un buen docente y es que Mathieu es una persona que tiene la educación como vocación. Se preocupa por los niños, por sus intereses, usando metodologias más atractivas y que no se basen exclusivamente en el aprendizaje de unos conocimientos de forma memorística.
Mathieu pretende ser innovador, por ello crea un coro para que sus alumnos puedan aprender a la vez que divertirse. Para ellos supondrá una distracción, a la vez que una motivación para mejorar. La música forma parte de sus vidas y hace que su estancia en el internado Le fond de l'Etang sea más agradable.
A través de esta película, observamos dos estilos educativos que contrastan fuertemente. Uno de ellos el del director y el otro el del profesor Clément Mathieu.
Basándonos en las categorías pedagógicas que se mencionan en Paideia, de Octavi Fullat (1990) podríamos decir que Monsieur Rachin cumple las pautas del modelo pedagógico tradicional en el que el aprendizaje se lleva a cabo a través de la autoridad de un profesor que impone los conocimientos de forma rígida, donde además se ha de acatar una serie de normas ya que el no cumplimiento de las mismas supondrá un castigo. Por otra parte, Clément Mathieu, enseña a sus alumnos a través de una pedagogía mucho más activa ya que sus alumnos poseen mayor libertad, no solo adquieren conocimientos a través de una escucha hacia su profesor sino que van a poder disfrutar del aprendizaje, debido a que el profesor tendrá en cuenta sus gustos. Los niños no dejan de ser los protagonistas, por ello, hay que darles también facilidades y adaptarnos a ellos.
Comentarios
Publicar un comentario