19. Mi experiencia Erasmus en Burdeos


En este post de carácter personal vengo a hablaros de mi Erasmus. Cuando estaba en tercero de carrera, decidí irme a estudiar un curso escolar en Francia. Concretamente elegí la ciudad de Burdeos porque me parecía una ciudad super bonita, animada y con muchos planes qué hacer. 

Efectivamente no me equivocaba, la realidad superó todas mis expectativas. Fue una experiencia que me hizo madurar muchísimo, nunca había vivido sola y por primera vez me estaba enfrentando a lo que era la vida adulta, me alejaba de mi familia y amigos pero allí conocí una nueva familia con la que compartí momentos increíbles. De mi Erasmus me llevo eso, momentos y personas, y creo que es una gran suerte. 

Es una oportunidad única, que te hace aprender de la vida y aunque esté mal decirlo lo que menos aprendes son conocimientos académicos. Por lo menos es lo que menos vas a recordar cuando termine la experiencia... y es que aunque se trate de un programa de intercambio entre universidades, lo que los estudiantes más valoramos son los recuerdos que nos deja y los lazos de amistad tan fuertes que construimos, que muchos de ellos van a perdurar en el tiempo.

Al irte de Erasmus, o realizar un intercambio lingüístico, te sumerges en una nueva cultura, aprendes sus costumbres, su forma de vida y eso es un aspecto fundamental que hará que tu mente sea mucho más abierta. A pesar de que Francia sea un país bastante parecido a España, cuando llegas allí te das cuenta de que hay muchas cosas que cambian. Te tienes que adaptar a un nuevo horario de comidas, luego en el ámbito universitario las clases son diferentes, así como sus horarios (es un poco locura porque hay veces que teníamos clases por la mañana y por la tarde, por lo cual no nos quedaba otra que comer en la universidad), luego la apertura de restaurantes y el cierre de lugares nocturnos también se complica, ya que los españoles solemos salir más tarde de casa a socializar, sin embargo los franceses tienen otra rutina.

Por otro lado, en mi ciudad Erasmus había muchas posibilidades en cuanto al ocio, numerosos parques donde hacer picnics, museos, teatros ... Por lo que nunca nos aburríamos. Es una ciudad universitaria, como aquí en España podríamos considerar Salamanca, por lo que llegan estudiantes de todas las partes del propio país, además de muchos internacionales (una oportunidad maravillosa para conocer gente nueva y enriquecerte de sus culturas).

Para acabar quería apuntar que recomiendo a todo el mundo que se este planteando irse de Erasmus, que no se lo piense. Sin duda será algo que recordará siempre !!

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